Porquen la espera por teléfono
se encierra la más bella prueba de amor.


¡Vaya disparate lo mío! Esta habitación
gotea despedidas, hunde las manos en las cenizas.
A modo delirante intento no perder conexión
inmediatamente, aprisa, aprisa, más aprisa.

Repito lo matutino de las llamadas,
ninguna es tuya, por quinta vez lo confirmo.
A penas se ven ciertas entradas
que están falseándose como nuevos envíos.

Tengo la angustia de que me abraces,
de hacerte restaurar con este absurdo método.
¡Por piedad! Es de Dios mandar ángeles
como revelación a la espera por teléfono.

Hubiera podido escoger otras tentativas
ya que soy anzuelo fácil para eso,
y las hay; sin embargo, las hay en teoría
rodeándote… acompañándote en tu lecho.

De manera que en vez de alejarme
desarrollo un chasco de telepatía
¡Con tal de qué creas que no es tarde!
¡Con tal de qué creas que te amo todavía!


El día de hoy un ángel está pensando en mí
y con una sonrisa expresa estar feliz.
Yo no sería capaz de lastimarla,
más bien, quisiera siempre poder amarla.

Mi princesa del mundo de las hadas,
sé feliz, tú tienes buenos camaradas
y en especial, mi niña, me tienes a mí,
hoy y siempre porque te amo sólo a ti.

No pienses que algún día te dejaré,
eres valiosa y jamás permitiría que llores.
Yo te hablaré con amor y te daré flores,
porque de ti, mi musa, yo me enamoré.

Esos hermosos ojitos no deben llorar
porque yo los veo y me hacen suspirar.
Te amo y quiero tenerte hasta mi vejez,
felices para siempre, soñando más de una vez.

No sabes cuánto me encanta escucharte
y sobre todo, mi amor, me cautiva mirarte.
De verdad eres todo lo que más quiero
y te amo con todo mi amor sincero.

Sé que puedes hacer más de una poesía,
y siendo así, eres mi musa de cada día
y para ti la más hermosa composición,
ya que eres verdaderamente mi adoración.

Eres la dueña de mi corazón ciertamente,
porque estás a mi lado y en mi mente.
Francamente, mi amor, de mí no te vas,
porque en mi corazón siempre vivirás. 




SI ME AMARA

Por un tiempo casi inmenso mis ojos
se han colgado de otros sin atesorarlos.
Creo que es mi culpa por llevar en mi bolso
el primer filtro que es amarlos.

En apoyo a esto, informo: amo para cuidar,
no cuido para saber si de repente amo.
Lo curioso a esto es que quizás
hallan menos inesperados en mis brazos.

La princesa triste que mueve las piernas
todavía enmudece sus sueños conmigo.
Pero la quiero, y temo instituirla estrella
como a otras desorientadas por el peligro.

Si me amara aunque sea un poquito,
fuera cual fuera su excusa, rompería al cansancio
para valerme de fuertes piernas y suspiros
con la más absoluta decisión del ánimo.

Serían otros tiempos, tiempos de labranza.
Contento me dirigiría al arduo pero provechoso
rescate de ilusiones. Creyendo en la esperanza
sus remos en mi balsa me indicarían cómo.

La mujer que amo aún lleva consigo
las manos feas y el corazón trizado.
Forcejea con la creencia de suspiros,
y me es lamentable no verla a salvo.


Primer Premio del II Concurso Internacional - General de Poesía
Mar de Plata - Argentina




Por un tiempo casi inmenso mis ojos
se han colgado de otros sin atesorarlos.
Creo que es mi culpa por llevar en mi bolso
el primer filtro que es amarlos.

En apoyo a esto, informo: amo para cuidar,
no cuido para saber si de repente amo.
Lo curioso a esto es que quizás
hallan menos inesperados en mis brazos.

La princesa triste que mueve las piernas
todavía enmudece sus sueños conmigo.
Pero la quiero, y temo instituirla estrella
como a otras desorientadas por el peligro.

Si me amara aunque sea un poquito,
fuera cual fuera su excusa, rompería al cansancio
para valerme de fuertes piernas y suspiros
con la más absoluta decisión del ánimo.

Serían otros tiempos, tiempos de labranza.
Contento me dirigiría al arduo pero provechoso
rescate de ilusiones. Creyendo en la esperanza
sus remos en mi balsa me indicarían cómo.

La mujer que amo aún lleva consigo
las manos feas y el corazón trizado.
Forcejea con la creencia de suspiros,
y me es lamentable no verla a salvo.