POEMA DEL VER SOLO MÍO




Creo que hoy llegó el día más triste de mi vida,
te haces humo, te reclamo, te odio y eres más profunda;
agotado por sepultarte retrocedo de rodillas
a exigirte la mirada que se convirtió en espuma.

¿Dónde estás? - me pregunto manipulando respuestas
y mientras tanto me dispongo a tu lado.
Nos hacemos débiles cuando deberíamos ser fuerza
como las rosas juntas que forman el ramo.

Queriendo me obligo a recordarte, a amarte,
a saber de tus cabellos dispersos, y de tu sin fin.
Muriendo de la vida sujeto a pulso su cadáver
para creer que sólo con voluntad se puede ser feliz.

Iluso... siempre iluso por un sueño enamorado,
están próximos los finales sin caricias de mujer
¡Y qué me importa si llegado el entusiasmo
no sonrío, no canto, no sé del amor ni sé llegar a él!

Por lo que se difiere en estas dolencias malditas
no negará tu buena vida que la encaminé al amor,
pudo hallar desabrigos, momentos bravíos, caídas,
pero nunca dirá que no fue amor, por mi honor, que no.

0 Comentarios:

Publicar un comentario