DESDE AQUÍ



Desde aquí veo el porqué de tu tristeza
y te abrazo para que no te sientas sola,
y para no sentirme solo, solo si te alejas
callándome el suplicio que te ahoga.

Es así como muere una disputa
sin más caricias que un largo abrazo,
pues, nuestro amor es como la costura:
une a dos pieles del mismo saco.

Y como siempre, vuelves a creerme
y naces de nuevo con eso tan increíble
que me invita a sentarme en el muelle
con el fin de perderme en mis sentires.

2 comentarios: