Siempre es bueno enamorarse de quién nos quiera,
no tantear en un apuro que es sólo una ilusión,
sino enamorarse de una figura paralela
que sepa guiar hacia más una relación.
Enamórate de alguien que te cuide
y no digo que su escudo sea la fuerza,
sino de alguien con actitudes comprensibles
que se preocupe por cómo te encuentras.
Que te llame para decirte que te ama
porque no ha dejado de pensar en ti,
que está esperando terminar su jornada
para verte, sorprenderte y hacerte feliz.
Que no le de vergüenza decirle al mundo
que eres la persona perfecta para su vida,
que se proyecta en un futuro donde juntos
el sacrificio rinde glorias bien merecidas.
Y que no le da vergüenza explicarte
todo el sentimiento que tiene por ti
delante de quien sea, en cualquier instante,
diga lo que en su voz causa dicha oír.