¡Hola! Disculpa que ingrese sin avisar,
estaba abierto y vi que estabas triste.
No quiero molestar, me quedaré por acá
haciéndote compañía si me lo permites.

Hace frío, pero es mejor aquí que afuera,
por lo menos se puede platicar, ¿no lo crees así?
¿Qué te parece si lanzamos una moneda
para saber quién inicia?, o empiezo yo, ¿sí?

Creo que no fue importante a dónde quería ir,
de pronto me distraje y cuando me di cuenta
estaba en tu puerta impulsado a seguir
hasta hallarme contigo de alguna manera.

Espero no tomes a mal mi pregunta,
pero, me gustaría saber ¿qué te ocurre?
Puede que no te sirva de nada mi ayuda,
pero si me dejas intentarlo quizás ayude.

Continuamente la vida nos ayuda a ser fuertes.
El tiempo no se va detener ni es tampoco el fin.
Quizás no logre entender lo que sientes,
pero no todo está perdido ni es imposible salir.

No pierdas tu alegría por algo que te entristece.
Tienes a muchos que quisieran verte contenta.
Los que te quieren no se lo merecen,
ellos esperan a que salgas por esa puerta.

No estás sola, jamás abraces esa posibilidad.
Te lo dice alguien que le costó creer en el mundo,
cedió en su lamento para que pueda perdonar.
No había más remedio, era lo último.

Vamos un paso a la vez, ¿estás dispuesta?
Por qué será difícil que salga de aquí 
no sin antes saber que pude darte fuerza.
Ánimo, no te olvides de sonreír.


Nota: Poema Recitado (Clic en el vídeo de abajo)




¿Alguna vez alguien te ha dicho que así, tal cual,
eres de esas que suelen entrar muy hondo?
Seguramente diré lo mismo si te llamo especial,
pero... ¿Cómo lo hago si me lo sugieren tus ojos?

Eres bonita, encantadora en todo momento.
Poco sé de ti y no creo saber más por lo pronto.
Te habías transformado en mi sitio predilecto
donde fue un honor que lo seas todo.

Resulta increíble imaginar que yo te escriba
luego de que nuestras pláticas decían lo contrario
y ocurre que sin intención decía alguna tontería,
excusándome en el hecho de ser espontáneo.

Nunca trataste siquiera de darme esperanzas,
cada vez fue un apretón de manos y nada más.
Sé y reconozco que ahora no pretendo nada
porque simplemente no se te puede obligar.

No sé que habrá pensando Dios al elegirte,
después de un prolongado y difícil pasado
llegas de repente solo para despedirte
como si se creyera que es fácil asimilarlo.

Tal vez la única manera de quedarme contigo
es dejar que mis sueños mueran dentro de mí.
Son vivencias duras cuando se ha querido
y que se dejan en silencio para no sufrir.

Nota: Poema Recitado (Clic en el vídeo de abajo)