Te he visto y una vez más tuve que disimular.
Tenías que haberme visto al menos unos segundos
todos mis sentidos fueron obligados a renunciar
a fuerza de la razón que también desea vernos juntos.

Tenías que ser tan especial para mis ojos
que guardando discreción hacen alboroto.
Algo debes tener, algo haces, algo en tu rostro
saluda superficialmente y me habla en el fondo.

Aun cuando crees que eres desconocida
o que voy con dirección a lo más relevante:
No te hago menos, muy por el contrario, tu chispa
en cualquier momento se libera para buscarme.

Tenías que haberme visto quizás tímido, 
porque te busco para enamorarme de tu encanto.
Contando con hoy, en mis deseos más íntimos:
quisiera cumplir con el propósito de no hacerte daño.

Mañana volveré a verte, y volveré a disimular
hasta que algo suelte la inocencia por verme. 
Quizás, para ese entonces, tu lugar
sea conmigo encaminados por un para siempre.