Puedes irte cuántas veces quieras,
acorralas con fiesta a mis ilusiones,
nada parece ser mío, ni es a mi manera
porque te vas y me asisten tus emociones.
Excedes en mis modos de pensarte.
Hay otro motivo para estar alegre
puesto que me han tocado suave
tus ojos que en todo interceden.
¡Mira que es tan fácil enamorarse!
Lo cumplo contigo, graciosa distraída.
Me acerco con el pretexto de saludarte
y me correspondes por cortesía.
Y me gustas... ¡me gustas! ¡me gustas!
Si bien quererte no te trae del todo
me va bien dejar mis ataduras
premiado con miradas que son de asombro.
Y no sé si yo te gusto, pero tú a mi sí...
Casi seguido doy la vuelta
con la esperanza de que estés allí
alzando el corazón en señal nuestra.