No te amé delirando con mi edad,
sino que te amé con más edad de la que tengo.
No te amé a lo disimulado o carente de paz,
sino a lo grande como suelen ser los sueños.
No soy poeta, ni se dé eso ni de rimas,
soy un chirrido, alguien que murmura despacito.
Visto con ropa exclusiva, a veces, con camisa,
a veces sin gracia como para pasar inadvertido.
Ese soy yo: ventilando mis puestas de sol,
creando inviernos donde hay otoños.
Dirigiéndome al mar por seguir un farol.
por una sonrisa creciente, por un globo.
Pero nunca te amé para negociar un cambio,
yo no soy así: nunca amo para olvidar.
Lo demás son los demás y de esos hay varios:
yo no peco por tus labios, yo peco por amar.
Acaso, ¿habrá que ser tan esquivo
para evitar a quien confía en los cielos?
Hasta lo que se presenta sencillo
puede valerse o verse como un buen intento.
Pero se ha dado así, solo espero que el próximo
controle las disputas de la vida, sus trabas,
para que con ojos bien abiertos y sólidos
envuelva al amor que hallándote se halla.
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS.
Autor: Geyler Hartley Aranda Rafael
Trujillo - Perú
2016