Me sigue haciendo falta decirte que te amo
como adolescente tembloroso por una caricia,
imaginando el físico que no llega al gramo
cuando la junta interna es más bellísima.
Concibo, pues, volverte a sentir niña,
lo que me lleva a decir que es eterno,
y por lo expuesto, informan mis retinas:
- Son todas las claridades en una, cerebro.
Y me sigue haciendo falta ofrendar cumplido
ante lo que se conversa en el interior de mis oídos,
para amarnos, para que hagas lo mismo...
enamorando al tiempo en esta noche de frío.